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El caso de Angie Logan y Megan Gonzales

  • Foto del escritor: revistaeltrapo
    revistaeltrapo
  • 25 nov 2016
  • 8 Min. de lectura

Por Eli Salamanqués (5º Año - Noviembre 2016)

Ya casi eran las 2:00 am, salí a recorrer el pueblo en camioneta, recorrí todo el centro y me fui alejando cada vez más para recorrer las quintas que estaban fuera del pueblo, como no se veía muy bien prendí los reflectores y cruce cerca de una quinta en la cual decían que en el año 1998 una policía mujer desapareció recorriendo estos lugares, se decía que esta mujer era muy rara y siempre se la veía por acá; Cruce y alumbre la casa, iba a muy baja velocidad mirando atentamente muy aterrorizada mientras me alejaba. Volví al pueblo lo recorrí nuevamente y me fui al departamento policial porque mi turno ya había terminado, me quede hablando con un compañero de trabajo unos minutos, su nombre era Mateo Swin. Cuando hablábamos no podía dejar de pensar en esa quinta y si lo que había sucedido seria verdad. De repente muy curiosa le pregunte si el sabia sobre la mujer que había desaparecido en ese lugar; El me respondió que sí, que esa mujer se llamaba Angie Logan y que la quinta en la que desapareció se llamaba Viamontes. Yo me quede impactada cuando escuche el nombre y le conteste muy asustada tartamudeando con un nudo en la garganta que ya me tenía que ir, era demasiado tarde; Subí a mi auto maneje hasta mi departamento donde me alojaba, me cambie y me acosté en mi cama. Me quede pensando un tiempo al saber que la mujer Angie Logan podría ser mi hermana gemela, no supe de ella ni escuche su nombre hasta el día de hoy. - si, lo recuerdo hace 7 años que no la veo. Nosotras no nos llevábamos muy bien desde nuestra adolescencia cuando tuvimos un problema de celos de ella hacia mí. Casi no pude dormir. Al otro día fui al trabajo, me prepare un café y me puse hablar con mi compañero Mateo, ya no aguantaba más y le conté lo de mi hermana gemela Angie. Él se queda mudo durante un minuto; largo una risa nerviosa y me dijo que estaba loca que era algo imposible, porque ambas teníamos apellidos distintos. Fui hasta la silla donde estaba mi bolso, saque mi documento y se lo mostré, ahí estaba mi apellido verdadero, Logan. El muy confundido me miró fijamente y me dijo. - ¿Cómo puede ser?

No puedo creerlo. Estos es una broma no? Le pedí que me creyera, y comencé a contarle todo desde el principio. Teníamos solo 5 años cuando nuestros padres habían muerto, supuestamente por accidente automovilístico, no lo sé muy bien porque era muy chica y eso fue lo que me habían contado mis familiares. Nosotras fuimos criadas por nuestra abuela hasta los 17, luego nos fuimos a vivir juntas a la quinta. Era imposible llevarme bien con ella, discutíamos la mayoría del tiempo. Una noche yo me estaba duchando y Angie se apareció en el baño con un cuchillo e intento hacerme daño, la empuje y cerré la puerta, me cambie rápido y escape por la ventana. Esa fue la última noche que estuve con ella, me fui de este pueblo. Hasta hace dos años que regrese a vivir nuevamente aquí, pero de mi hermana no supe más nada. Mateo no dijo una sola palabra hasta que termine de contarle la verdad. Luego me dijo que tenía que saber sobre mi hermana, si aún seguía con vida, e investigar. Yo no quise saber nada me daba miedo ya que nuestra relación no fue muy buena y había intentado asesinarme. Me quería convencer de que podía arreglar las cosas con Angie si aún continuaba viva, y que si no lo estaba podría saber que le habría ocurrido. Acepte, y arreglamos con que el sábado por la noche íbamos a ir a la quinta. Pasaron los días muy rápido. Ya hoy era sábado, el sol estaba ocultándose. Salí en mi auto y fui a buscar a Mateo, fuimos conduciendo despacio hasta que llegamos, mire la casa, cerré los ojos y comencé a recordar momentos de mi infancia que viví allí. Abrí los ojos, me baje del auto y camine hacia la tranquera; Mateo la abrió y caminamos hasta adentro. Intente abrir la puerta pero estaba cerrada, volví hasta el auto y busque las llaves de la casa que yo me había quedado, abrí la puerta y entramos. Estaba todo en el mismo lugar como esa última noche. Entre a la habitación de mi hermana y encontré fotos de toda mi familia, estaban todas cortadas, rotas y manchadas con sangre; saque un frasquito de mi bolsillo así llevaba una muestra para ver si esa sangre era de mi hermana. De repente me empecé a sentir mal y me descompuse sentí mareos y que me faltaba el aire. Salimos inmediatamente de la casa y le di las muestras a Mateo, él se encargó de llevarlas a un laboratorio para que la analicen. Habrían pasado dos semanas, que no fui al trabajo, dos semanas sin salir de mi casa, casi sin dormir traumada por lo que estaba pasando. Estaba en mi cuarto, tomando un café, me dirigí hacia la cocina, mire la puerta, y tenía varias cartas y facturas por pagar, las deje arriba de la mesa y me fui a bañar, termine de ducharme y revise nuevamente las cartas; abrí la primera, era una deuda del departamento por no pagar, abrí la otra y era del destacamento policial, que me habían despedido por faltar varios días y no presentar ni un papel justificando mis faltas. Las lágrimas no las podía contener, con solo pensar que me habían echado del trabajo y no tenía con que pagar las facturas del departamento, me agarraba una angustia. Agarre mi celular y llame a Mateo, le pregunte si podía pasar unos días en su casa porque no tenía trabajo y hoy mismo tenía que abandonar mi departamento. El no tuvo problemas, es más le encantó la idea. Luego me conto que las pruebas de ADN ya estaban y tenía que pasar a retirarlas hoy. Apenas termine de hablar con Mateo, me puse a juntar todas mis cosas, para hacer la mudanza. Pasaron un par de horas, ya había terminado, me senté en el sillón y me puse a pensar… De repente sonó el timbre, era Mateo, no pude aguantar y lo abrace por un rato, se me caían las lágrimas, no podía hablar tenía un nudo en la garganta; Mateo me miro a la cara y me dijo que ahora en adelante todo iba a cambiar, que no me preocupara más por lo que estaba ocurriendo, y que me olvide de los problemas. Sonreí, seque mis lágrimas y comenzamos a juntar mis cosas para llevarlas a su casa; Llegamos y ordenamos todo. Subí una caja con ropa a una habitación donde yo iba a dormir. La deje en un rincón cuando me encontré con un armario con inmenso espejo que tenía en la puerta; Lo abrí y había un vestido rojo, muy elegante, lo saque y lo apoye en mi pecho, mientras me miraba en el espejo.. Cerré los ojos, los volví abrir y Mateo estaba atrás mío, yo pegue un salto me había asustado mucho; le pedí disculpas es que era muy lindo y lo tome. Él se reía por cómo me había asustado y dijo que el vestido me quedaba muy bien. Le pregunte a quien le pertenecía, y respondió que era de su madre, era lo único que le quedaba de ella, se lo di y se lo llevo. Guarde mi ropa, fui a la cocina y Mateo estaba haciendo un café para mí. Nos sentamos en el sillón, y me pregunto si ya estaba lista para ir a buscar las pruebas de sangre, le respondí que sí, terminamos el café y nos fuimos. Apenas llegamos al lugar nos atendieron y nos entregaron los papales; Regresamos de vuelta a casa de Mateo. Cuando llegamos comencé a leer lo que decía, me emocione; Las pruebas mostraban claramente que era mi hermana, porque nuestra compatibilidad dio positiva. -No lo puedo creer, está viva! Mateo tenemos que encontrarla quiero verla. No sé por qué razón él se puso nervioso, pero me dijo que si, que mañana por la tarde iríamos a buscarla. Cuando ya era de noche, me entre a bañar y me fui a dormir. Me levante a las 11:00 am, Mateo estaba en el trabajo, cocine algo para comer y espere a que regresara, el volvería 1:30, pero no fue así. Ya eran las 3:30 de la tarde cuando apareció. Le pregunte porque había tardado demasiado, respondió que no importa, y que nos fuéramos rápido porque se hacía tarde. Nos abrigamos, y partimos para la quinta, para ver si Angie aparecía ahí. Agarre las llaves, entramos a la casa y no estaba. Decidimos esperar un rato, entre a mi habitación y esperamos horas con Mateo allí, hasta que nos dormimos. De repente se escuchó un ruido muy fuerte, mire por la ventana y el sol no estaba más, ya había anochecido; Intente pararme y no podía, estaba amarrada a la cama; Mateo no estaba por ningún lado, grite fuerte y mientras trataba de sacarme las sogas, pero no pude. Se escuchaban ruidos, risas, estaba aterrada. Luego todo quedo en un completo silencio y escuche la cerradura, se abrió la puerta y eran ellos juntos Angie con el vestido rojo que había encontrado yo en la casa de Mateo, me quede sin aliento al verlos riéndose de mí. Me sentía tan mal, sabía que iba a morir. – Como pude caer en la trampa de Mateo?. Fue ahí cuando mi hermana me respondió: - no te voy a matar, solo vas a pagar todo el dolor que me causaste. Le dije porque haces esto Angie soy tu hermana, yo nunca te haría daño, le suplique para que me soltara, pero se fueron. Al lado de la cama vi que había un pedazo de vidrio filoso, lo tome con fuerza y corte las sogas. Fui para el baño y escape por la ventana, ellos no estaban en la casa supuse que se habían ido y que su plan era dejarme sola ahí. Salí corriendo cuando vi a una patrulla de la policía que venía por la calle, comencé hacerles señas para que frenaran, y cuando lo hicieron eran ellos, Mateo y Angie, querían pisarme. Corrí, y entre a un campo donde había una casa, entre y al señor que había en ella le pedí por favor que me ayudara, y llamara a la policía. Rápidamente llamo y me paso el teléfono a mí, mande a llamar 4 patrullas a este campo y corte cuando escuche que golpearon la puerta. Gritaban mi nombre y se reían. El hombre me metió a unas de sus habitaciones y el los atendió. Le dijo que se vayan que yo no estaba ahí. Mateo sin piedad lo comenzó a golpear hasta dejarlo inconsciente. Angie le disparo en la cabeza y lo mato. Escucharon mi yanto e intentaron abrir la puerta de la habitación en la que yo estaba, le pegaron pero no pudieron. Angie saco un encendedor de su bolsillo, mientras mateo arrojaba nafta por todos lados. La casa estaba incendiándose, Escape por una ventana y estaban ellos dos esperándome afuera. Angie empezó a golpearme, cuando de repente las cuatros patrullas que había mandado a llamar. Mateo escapo con la camioneta solo. Y Angie fue presa. Pasaron algunas semanas y me entere que Mateo se había suicidado en la quinta de Viamontes, y que mi hermana murió al resistirse a no comer en la cárcel. Ese mismo día fueron los policías a la casa de mi abuela donde yo estaba viviendo ahora y me dijeron que me devolvían el trabajo. Me puse muy feliz y comencé una nueva vida junto a mi abuela.

Fin

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